Víctor Peláez CEDIDA

Víctor Peláez Barrero , «Maestro», llegué cuando a todos los maestros le llamaban con el DON, con lo que «supongo que el apelativo de Don Víctor viene de esa época»

Juan Aguilar

Sábado, 10 de junio 2023, 05:31

Vamos a conocer hoy un poco más a Víctor Peláez, sin temor a equivocarme puede «ser toda una institución en el mundo de la enseñanza en los últimos años» lleva entre nosotros mas de 30 años y es «un hornachego más», Don Víctor, o Víctor «el Maestro», que es como más le gusta que le llamen. Persona cercana, entremetida, amante de su trabajo, diríamos que es «un hornachego más».

Por sus aulas han podido pasar mas de 1.000 niños y niñas , y aunque comenzó su profesión en Azuaga y en Palomas, llegar a Hornachos fue «un flechazo para él», así nos lo dice y buena cuenta de ello es que a pesar de ser de Higuera de Llerena, población a poco más de 15 minutos de Hornachos, se compró aquí una casa y lleva entre nosotros más de media vida.

Anécdotas tiene para «escribir un libro» o dos si se lo propusiera, es memoria viva de muchos de los habitantes de la localidad, y hemos querido acercar su persona a los lectores de esta sección.

Espero que no les defraude esta entrevista, porque en muchas de sus respuestas hemos podido a volver atrás en el tiempo con muchas de sus vivencias, y que con su vocabulario directo, sencillo, lleno de datos, »transparente», y con respuestas muy cercanas y convincentes, seguro que nos sentiremos identificados en algún momento de su charla.

Quién es Víctor Peláez Barrero

RESPUESTA - Víctor Peláez (Victoriano ,que es mi verdadero nombre) es una persona sencilla y cercana, sin artificios, con bastantes defectos y algunas virtudes. Un tipo que ha sido y sigue siendo un luchador, que ha sorteado muchísimas dificultades para abrirse camino en la vida.

Víctor o Don Víctor, como te gusta que se dirijan a ti

RESPUESTA - A mí me gusta presentarme como Víctor el Maestro. Lo del Don supongo que viene de la época en la que empecé aquí en el Colegio: Todos mis compañeros de entonces eran tratados de Don o de Doña (Don César, Don Joaquín, Doña Feli etc) y a mi me adjudicaron también ese apelativo.

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Eres de Higuera de Llerena y corrígeme si me equivoco pero aquí en Hornachos has desarrollado toda tu vida laboral

RESPUESTA -En efecto, como dices, soy natural de Higuera de Llerena. De una familia trabajadora. En mi pueblo se estudiaba hasta Quinto de EGB.A partir de Sexto y hasta Octavo había que ir al colegio público de Llerena en transporte escolar. Allí almorzábamos en el comedor y había clases también por la tarde. El regreso a Higuera era sobre las 6 o así. Ya cuando empecé el Instituto (no eran enseñanzas obligatorias) el número de estudiantes se redujo considerablemente (quedamos 8 o 9 nada más) y había que pagarse el autobús.

Por ello, y para poder costearnos el transporte, la empresa nos sacaba bien temprano de casa haciendo un recorrido por los pueblos limítrofes hasta que se llenaba el bus, con lo cual ,un trayecto de 10-12 minutos entre Higuera y Llerena terminaba siendo de una hora. Eran tiempos duros de madrugones y kilometrajes. Después vendrían los años de Universidad: Magisterio en Badajoz y Filosofía y Letras en Cáceres.

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Mi destino en Hornachos a principio de los 90 fue una grata noticia pues, cuando participé en el concurso de Traslados, en el listado de localidades que presenté, el colegio de Hornachos era una de mis primeras opciones. Antes estuve un año en Azuaga y otro en Palomas (pueblo del que guardo un buen recuerdo). He de decir que cuando me dirigía a este último lugar cada mañana y pasaba por Hornachos ,algo se me empezaba a remover por dentro. Una Intuición quizás. Creo que sería ya el primer flechazo con este pueblo.

Qué recuerdos tienes de tu llegada a Hornachos

RESPUESTA - Mi «desembarco «profesional en Hornachos fue en el edificio actual aunque también había alumnos que iban a los grupos de la calle EL Sol. Me costó un poco adaptarme al principio, como es lógico. Los primeros años viajaba cada día desde Higuera. Después viví unos cuantos años en las casas de los Maestros de la calle El Sol y , como quiera que el pueblo me iba cautivando cada vez más, decidí comprarme una vivienda aquí. Aprecio muchísimo lo acogedores que sois y también la gran cantidad de servicios que ofrece para ser un pueblo relativamente pequeño. Te podría decir que paso aquí ya más tiempo que en Higuera de Llerena: Siempre bromeo diciendo que me tenéis aquí «Arrecogio«. Me autodefino como HIGUEREÑHORNACHEGO.

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Víctor a las puertas del centro CEDIDA

Has tutelado a muchas generaciones, muchos de esos alumnos y alumnas ya ejerciendo su profesión, me imagino que será un motivo de satisfacción. ¿Tienes un número aproximado de los niños y niñas que han podido pasar por tus aulas?

RESPUESTA - Por mis clases calculo que habrán pasado más de un millar de alumnos (en tres décadas) Los maestros especialistas, a diferencia de los Tutores, con los que los chiquillos pasan un par de cursos, interactuamos con todos los alumnos del Centro. De todos ellos recuerdo cómo eran sus caras cuando pequeños. Es algo muy curioso.

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He ido viendo con satisfacción como ya son hombres y mujeres, y ahora también padres y madres de mis alumnos actuales. Unos continuaron con sus estudios, otros se hicieron magníficos profesionales en sus respectivos oficios. He tenido sentados frente a mí a futuros médicos, sacerdotes, periodistas, reporteras de televisión, concejales, policías, guardias civiles, empresarios, amas de casa, obreros agrícolas, albañiles carpinteros, profesores, camareros y un largo etcétera. Recuerdo especialmente a aquellos alumnos que perdieron a su madre o a su padre aun estando en la Escuela. Ese duro trance lo sufrimos con ellos y a mí me marcó especialmente. También recuerdo a los integrantes de mis primeras promociones, actualmente ya cuarentones , con los que sigo quedando para comer de vez en cuando o tomarnos por ahí una copita.

Y hablando de profesiones, la profesión de «maestro» debe de ser una de las profesiones más vocacionales que existen. ¿Quién te inculcó el amor a esta profesión?

RESPUESTA - En mi caso particular, la profesión de Maestro es totalmente vocacional; Cuando hice Selectividad (mucha suerte para los que se presentan en estos días) , únicamente puse la carrera de Profesor de EGB en mi lista de opciones para la Universidad. Más claro no lo podía tener.

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El amor por este oficio yo creo que lo lleva uno por dentro desde pequeño y, aunque al principio no se manifieste claramente, ese « gusanillo « está ahí latiendo esperando a que te lances a por él.

Te podría decir, Juan, que en Hornachos »me han salido los dientes» profesionalmente hablando. Tener la suerte de recalar en un pueblo como éste me ha puesto frente al espejo mostrándome facetas personales y profesionales que yo mismo desconocía de mí. He ido creciendo día a día, rectificando errores y levantando con tesón ese andamiaje profesional que son ya mis señas de identidad actuales. He aprendido bastante de muchos de los maestros y maestras que me ha acompañado en mi vida, ya sea en mi niñez como también de mis colegas y compañeros de profesión. De cada uno de ellos vas incorporando algo a tu bagaje educativo

De qué manera ha ido evolucionando con el paso de los años esta profesión

RESPUESTA - Los tiempos han cambiado muchísimo y con ellos la enseñanza. Ahora todo es más visual, más llamativo y dinámico. Contamos con una serie de adelantos tecnológicos en las aulas impensables en mis años escolares. Las nuevas tecnologías de la Comunicación ayudan y motivan pero yo, que sigo siendo de la «vieja escuela» pongo mucho en valor el acompañamiento de la figura del maestro y la maestra en interacción presencial con el alumno en el aula. Recuerden lo que ocurrió durante el confinamiento de la pandemia: a los docentes nos echaron muchísimo de menos.

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En cuanto a la relación entre profesores y alumnos creo que atravesamos un momento de mucha complicidad con ellos. Hoy en día, y hablo por lo que veo en nuestro colegio a diario, tenemos un vínculo muy estrecho con los chiquillos , nos sienten como parte de su familia y nosotros así lo vemos también. Los más revoltosos , por experiencia lo digo, aquellos que no tenían mucho interés por los libros terminan siendo tus alumnos más entrañables. Comprendes entonces que no todo lo importante son las calificaciones brillantes, aprendes a mirar también en el interior de las personas, y en muchos casos, en sus circunstancias personales y familiares. En este aspecto, uno llega a comprender determinadas conductas con las que nos tenemos que enfrentar cada día y lo enfocas desde una perspectiva más humana.

Que se valora hoy en día de un buen maestro o maestra. Y vosotros ¿de un buen alumno o alumna?

Me preguntas que es lo que más se valora hoy en día de un buen maestro y de un buen alumno. La primera pregunta se le debería plantear a las familias. En cuanto a la segunda te diría que su capacidad por superarse y aprender cada día y mucho más su calidad humana.

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¿Qué aspectos crees deberían cambiarse en la enseñanza?

RESPUESTA - Sin lugar a dudas, cualquier docente se quejaría amargamente de la excesiva burocracia y papeleo con el que tenemos que lidiar cada día y por supuesto, de la sucesión de Leyes Educativas que se aprueban y derogan en este país. Desde que estoy ejerciendo, habré conocido del orden de cinco o seis diferentes y a cual más efímera. Así no hay manera de «encarrilar « el asunto. Pero ahí seguimos los pobres maestros y maestras tirando del carro, como siempre, y aguantando las elucubraciones pedagógicas que algunos iluminados redactan desde sus confortables despachos

Seguro que tendrás anécdotas de compañeros y de niños y niñas para «dar y regalar», ¿hay alguna que quieras compartir con nosotros ?

RESPUESTA - Para terminar, como bien dice, estoy en la recta final de mi carrera. Me pides que ponga punto final a esta entrevista contando alguna anécdota ...Te podría contar cientos de ellas en excursiones, festivales etc. y más en una asignatura como es Inglés donde se producen situaciones divertidas, absurdas y hasta surrealistas que terminan provocando carcajadas sonoras entre alumnado y maestros. Son esos ratitos que luego te recuerdan cuando te ven por la calle. A ver si dispongo de tiempo y puedo recopilar las más divertidas en un libro algún día.

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No me quiero extender mucho más, quería darte las gracias Juan por acordarte de mí en esta sección GENTE CERCANA, y por supuesto agradecerle de corazón al Pueblo de Hornachos por darme TANTO y mimarme durante tantos años. Espero poder seguir disfrutando de este Paraíso muchísimos años más.

Seguro que sí ha sido todo un placer !!!!

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