

Hoy tenemos en nuestra sección «Gente Cercana» a Luis Cáceres Márquez, d 69 años, vive en Sevilla, es Médico estomatólogo, Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Sevilla, Especialista en Estomatología (Madrid), Vocal y secretario del Colegio Oficial de Dentistas de Sevilla entre los años 1982 y 1990, Presidente del Colegio de Dentistas de Sevilla (desde 1991), Presidente del Consejo Andaluz de Dentistas (desde 1999), Presidente de la Unión Profesional Sanitaria de Sevilla (2007 - 2011), Miembro de la Academia Pierre Fauchard, y Consejero de la Fundación A.M.A.
Pero si les digo que es el hermano menor de la familia CASTELAR seguro que les sitúo mucho mejor, tengo que decir que Luis a pesar del amplio currículum, y de su trayectoria es una persona muy cercana, amante de su pueblo, de las distancias cortas, del «tú a tú», y mucho más conocedor de todo lo que ocurre en el mismo de lo que pudiera parecer.
A pesar de las múltiples ocupaciones, todas ellas relacionadas con su profesión, y de su vida personal en Sevilla, su lugar de residencia, es fácil verle por Hornachos, donde viene «cada vez que tiene un día libre, incluso unas horas», nos dice, aquí nos dice «tiene sus raíces, sus vivencias», por supuesto sin olvidar la inmensa mayoría de su familia, y una «identidad que no quiere perder».
Después de esta introducción un poco más extensa que con otras personas que han pasado por esta sección, he dejado los formalismos a «un lado» a la hora de dirigirme a él y comenzamos preguntando:
¿Quién es Luis Cáceres?
Luis Cáceres es un hombre de 69 años, ATS, médico licenciado en Medicina y Cirugía y médico especialista en Estomatología. Presidente del Colegio de Dentistas de Sevilla desde 1991 y del Consejo Andaluz de Colegios de Dentistas desde el año 1999, cuando se constituyó.
¿Qué queda de aquel niño que se fue a estudiar fuera y no quiso seguir enfocando su vida hacia los negocios familiares como sí lo hicieron sus hermanos mayores?
LUIS - Mis tres hermanos orientaron su vida en el negocio familiar de mi padre llevando el asunto de materiales de construcción, transportes y la bodega. Yo vine mucho más tarde que mis hermanos porque la diferencia de edad con ellos es de 19, 18 y 17 años. Orienté mis estudios en el Colegio de los Claretianos, en Don Benito.
Allí terminé la formación de Bachiller y me presenté a la prueba preuniversitaria PREU y decidí empezar Medicina en Sevilla, en el año 71. Terminé en el 1977 y del 1978 a 1980 hice la especialidad en Madrid.
Lógicamente me siento muy orgulloso de mis hermanos porque han desarrollado su faceta en los negocios con éxito y,. a pesar de la edad que tienen, siguen pendientes de todo ello. Para mis padres y para ellos, el mayor de los respetos porque han sido unos grandes trabajadores, personas honradas y honestas, que se han esforzado mucho en la vida, con lo cual me siento orgulloso.
¿Qué significa Hornachos para ti?
LUIS - Es mi pueblo, donde nací, donde tengo todos los recuerdos de mi infancia y donde la mayoría de mi familia sigue viviendo al día de hoy.
¿Vienes mucho por tu pueblo?
LUIS - El tener a la mayor parte de mi familia en Hornachos lógicamente me hace venir con cierta frecuencia. Aquí están mis recuerdos de la infancia, de la adolescencia, y donde tengo mucho y muy buenos amigos lo cual, desgraciadamente, a veces no es agradable porque tienes que ir a entierros de personas a las que has querido mucho e incluso a visitar en los hospitales a personas que están ingresadas y que, por mi condición de médico y por el tipo de relaciones que tengo, pues a veces he tenido que ayudar personándome o llamando a determinados compañeros médicos de los hospitales de Mérida y Badajoz
¿Cómo fueron tus inicios en la Odontología?
LUIS - Yo hice Estomatología, pero ahora mismo los colegios son de odontólogos y de estomatólogos. En las dos profesiones tenemos las mismas competencias profesionales, solo que el odontólogo es ahora mismo grado y hasta hace poco era licenciatura. En mi época no existía la licenciatura de Odontología y había que ser primero licenciado en Medicina y Cirugía para pasar después a hacer la especialidad de Estomatología, que como ya he dicho antes, la hice en Madrid porque en la época en la que yo la hice, del 78 al 80, solo había dos escuelas en España: las de Madrid y la de Barcelona
Tu profesión ha evolucionado mucho en comparación quizás con otras ramas de la Medicina, ¿Puede existir cierta moda de ir al dentista debido al culto a la estética que existe?
LUIS -En los últimos años sí es muy frecuente el culto por la estética porque la gente cada vez quiere tener sus dientes más derechos, sus dientes más blancos, más bonitos. La boca es de las cosas que más miramos los seres humanos, es decir, miramos dos cosas sobre todo: el color de los ojos y el color de los dientes.
Ahora mismo hay, desde mi punto de vista, un problema que es la blancorexia, ya que todo el mundo quiere tener los dientes blancos. Y el color de los dientes no lo da el esmalte, que es la capa de fuera del diente, sino que lo da la capa que está más por debajo del esmalte, que es la dentina y que, igual que hay ojos verde azules o castaños o negros, hay dientes más claros y otros más oscuros. Y aunque conseguimos en muchos de los casos blanquear, en un tiempo determinado vuelve a tomar el su color original.
¿Cómo sacas tiempo para dedicarlo a tu familia? Eres el presidente del Colegio de Dentistas de Sevilla y del Consejo Andaluz de Dentistas, además de formar parte de otras muchas asociaciones y entidades de carácter nacional…
LUIS -Creo haber atendido a mi familia siempre. Tuve la desgracia de que la madre de mi hijo falleciera muy joven, siendo mi hijo también muy joven, con lo cual él ha vivido conmigo desde que tiene 17 años. Afortunadamente tengo la suerte de seguirlo teniendo en mi casa. El tiempo yo creo que se busca y, además, una de las razones que a mí me sucede es que duermo muy pocas horas, con lo cual tengo mucho tiempo y muchas horas a lo largo del día para poder dedicarme a todas las facetas que tengo.
Sigo pasando consultas en Sevilla, sigo siendo presidente del Colegio de Dentistas de Sevilla desde hace 32 años y sigo siendo presidente del Consejo Andaluz.
Porque además sabemos que también viajas frecuentemente a Madrid…
LUIS - Mis visitas a Madrid son frecuentes porque pertenezco al consejo de administración de la mutua de seguros A.M.A., mutua exclusivamente de sanitarios médicos, farmacéuticos dentistas, enfermeros, etc. Y el doctor Murillo, como presidente de la mutua, tuvo a bien de contar conmigo hace ocho años para el consejo de administración de la mutua, que lo componemos el presidente y 14 consejeros. La verdad que es un trabajo que me apasiona y en el que, una vez más, presto un buen servicio a los demás, igual que hago en el Colegio. Desde la mutua servimos a los demás. Nuestra mutua hace, esencialmente, responsabilidad civil profesional, ya que todo profesional está obligado a tener una póliza de responsabilidad civil profesional, aparte de hacer autos, hogar, seguros de clínicas, etc. Y creo que desde mi cargo de consejero en A.M.A. presto a mis compañeros todo el apoyo, la ayuda y un servicio que ellos se merecen
¿Ve cercano el día para dejarlo todo y quizá pasar más tiempo en el pueblo?
LUIS - Lógicamente con 69 años se podría ver muy cercano, pero tengo que decir sinceramente que no lo veo tan cerca porque me apasiona todo lo que hago. Gracias a Dios, que me ha dado mucha salud, y me encuentro muy bien. Con lo cual pienso seguir trabajando mientras que Dios me siga dando la salud que me ha dado.
Me apasiona mi profesión, hice Estomatología por vocación, por lo cual el prestar servicio a mis pacientes es algo por lo que siempre he estado entusiasmado. Los pacientes no solo vienen a arreglarse una pieza sino que también consigues rehabilitarles la función, conseguirles una estética mejor y, como la salud me acompaña, pienso seguir pasando consulta. Todo lo demás, ser consejero de A.M.A., seguir presidiendo el Colegio y el Consejo pues también me sigue apasionando, por lo que, a pesar de mis 69 años, quiero seguir en todo ello.
¿En tu profesión qué te queda por conseguir?
LUIS - En cualquier profesión sanitaria como la mía siempre tienes una meta. Es decir, el estudio, la preparación tiene que ser continuada, ya que a diario salen nuevas técnicas, sale un nuevo implante o distintos tipos de cirugías que tienes que manejar. Como conseguir, por ejemplo, me quedaría seguir dándole un buen servicio a mi paciente, para lo cual yo debo estar bien preparado.
Algún sueño que todavía no hayas podido cumplir
LUIS -Soy muy realista y tengo los pies muy en el suelo, con lo cual sueño por cumplir no tengo ninguno. Yo creo que el deambular por la vida, en la forma en la que lo hago, con todas las actividades que desarrollo, hace que no me quede ningún sueño. No tengo especialmente ningún interés en nada nuevo ni en algo diferente.
¿Algún hijo tuyo encamina sus pasos hacia tu profesión?
LUIS - Solo tengo un hijo de 32 años. No quiso estudiar ninguna carrera de la rama sanitaria, pero él es muy feliz en cuanto al tipo de trabajo que realiza. A los hijos hay que dejarlos que caminen en el sentido que ellos quieran y yo no he querido influir nunca para que hiciera Odontología. Pero como lo veo muy feliz, muy desarrollado en cuanto al tipo de trabajo que realiza, eso a mí me hace feliz también.
¿Qué recuerdos tienes de tu infancia y adolescencia en Hornachos?
LUIS - De Hornachos recuerdo todos los días desde jugar al balón en El Ejido hasta montar en bicicleta o irnos al río Matachel a darnos un baño. Yo le doy marcha atrás a la moviola y me doy cuenta de todo lo que supuso Hornachos para mí. Es mi pueblo y allí están mis amigos de la infancia, los de la adolescencia. Y, desgraciadamente, algunos de mis mejores amigos ya faltan con lo cual, un emocionado recuerdo para todos ellos.
No podré olvidar nunca a mi amigo Paco López Acedo, jesuita, que desgraciadamente y tras padecer una terrible enfermedad, terminó falleciendo. Lo pude acompañar en sus últimos días, con lo cual un emocionante recuerdo a él y a todos aquellos que ya nos faltan.
Sabemos que nunca has estado desvinculado de la vida del pueblo, como lo ves desde la distancia
LUIS - Yo no lo veo desde la distancia porque voy muy a menudo. Concretamente, el sábado pasado pasé el día con mi hermano allí, con lo cual Hornachos para mí nunca está en la distancia porque afortunadamente los medios de transporte han mejorado mucho y, sobre todo, ha mejorado mucho la carretera que nos lleva allí.
No hay tren, pero hoy en día sí gozamos de una buena autovía, la A66, por lo que ir a Hornachos es un paseo. Hay veces que incluso he ido por la mañana y me he vuelto en la misma noche si tenía algún asunto que tratar en Sevilla al día siguiente. Pero yo a Hornachos no lo veo en la distancia, sino que está presente en mí y puedo visitarlo con mucha frecuencia.
Sabemos que hay paisanos que acuden a tu clínica de Sevilla, me imagino que eso te llenará de orgullo
LUIS - Por supuesto que me llena de orgullo, ya que tengo familias enteras, no solo de Hornachos sino de toda la zona de Villafranca de los Barros, de Ribera, de la Puebla, familia enteras que vienen a mi consulta y, lógicamente, aunque la forma de tratar a un paciente los médicos que nos sentimos médicos los tratamos por igual, si bien el abrazo que les doy cuando es un paisano pues me llena de orgullo.
¿Qué consejo le daría a un chico o chica que en estos momentos quiere enfocar su vida laboral hacia la odontología?
LUIS - En estos momentos, cuando me lo han preguntado los compañeros médicos porque su hijo está en la duda entre Odontología o hacer Medicina, yo siempre le digo que haga esta última. La Odontología es una profesión maravillosa, preciosa, pero cuando yo terminé en el año 80 éramos en toda España 5.800 dentistas, con lo cual nunca nos faltaba trabajo. Ahora mismo somos 42.000 y con una proyección de que en 2030 vamos a ser 57.000 dentistas. La ratio que aconseja la Organización Mundial de la Salud es un dentista por cada 3.500 habitantes en España
Estamos en estos momentos en una ratio de un dentista por cada 1.200 habitantes, lo que quiere decir que, en estos momentos, plantearse abrir tu propia clínica, tal y como hemos hecho todos los de mi generación y muchas generaciones posteriores, es complicado.
De todas maneras, si el chico joven que desea hacer Odontología lo hace de manera vocacional, pues encantado de que lo haga porque siempre he dicho que hay tres profesiones muy vocacionales: una la del sacerdocio, dos las profesiones sanitarias, donde está la Medicina y la Odontología y tres, los profesores. Por lo cual, si el chico que quiera hacer esto lo hace con vocación se encontrará una profesión preciosa, donde poder desarrollar no solo sus habilidades técnicas sino donde va a tener un contacto directo y permanente con los pacientes.
Sabemos que eres también una persona de una profunda fé y de fuertes convicciones religiosas, por ejemplo la Virgen de los Remedios, la patrona del pueblo, que nos puedes decir al respecto.
LUIS - Pues sí, soy creyente, soy practicante, católico practicante y la Virgen de los Remedios es nuestra patrona.
No hay una sola vez que vaya a Hornachos en la que no me plante ante sus pies y le dé gracias como hago siempre. Mi madre influyó mucho en nosotros, ya que ella era una gran devota de la Virgen de los Remedios. Recientemente, a mi hermano Antonio y después de 35 años de haber sido Hermano Mayor de la Virgen de los Remedios le han dado, el día 8 de septiembre, un pergamino y la medalla de oro de la Hermandad de Los Remedios, nombrándole además Hermano Mayor Honorario. En mi familia siempre hemos tenido mucha devoción a la Virgen.
Y recuerdo una anécdota de mi hermano Antonio que, cuando estaba haciendo la mili, volvió a Hornachos y lo primero que hizo fue, antes de ir a mi casa a darle un fuerte abrazo y un beso a mi madre, ir a ver a la Virgen de los Remedios. Entonces una vecina le avisó: «Oye, Guadalupe, tu hijo Antonio está rezando a la Virgen». Mi madre inmediatamente salió y fue a la ermita para ver a mi hermano y el consejo de mi madre fue: «has hecho muy bien, hijo, porque yo algún día te faltaré, pero ella no te faltará nunca».
También sabemos que estás muy involucrado con la vida cultural de Sevilla , incluso un año encarnaste al Rey Melchor en la Cabalgata de Reyes, un privilegio del que no todo el mundo puede presumir, ¿cómo fué aquella experiencia, y qué recuerdo tienes de ello?
LUIS - Sí. Después de vivir en Sevilla desde el año 1971 lógicamente estoy enamorado de esta ciudad, una ciudad que me encanta, una ciudad donde he desarrollado mi vida profesional en todos los sentidos. Y, dentro de las actividades culturales de la ciudad, siempre me he visto muy involucrado, soy ateneista. Y el Excelentísimo Ateneo de Sevilla, en colaboración con el Ayuntamiento de Sevilla, tuvieron a bien en el año 2015, nombrarme Rey Melchor de la cabalgata de Reyes Magos. Es un día mágico, es un día precioso y para mí, tengo que decir que de las muchas satisfacciones que me ha dado esta ciudad, pasear la Cabalgata… Quien no conoce la Cabalgata de Sevilla no se puede imaginar lo que es un millón y pico de personas echadas a la calle, ver la felicidad que recibes desde allá arriba.
Después de terminar de ser Rey Mago, lo más hermoso fue la visita que hicimos a uno de los hospitales de la ciudad. El año en que encarné la figura del Rey Melchor nos llevaron al hospital Virgen del Rocío y fuimos llevando habitación por habitación un regalo a todos los niños que padecían cáncer y que estaban ingresados. Un momento mágico y emotivo y siempre les estaré muy agradecido al Ateneo de Sevilla por haberme permitido participar en esta experiencia.
No sé si es fácil para ti responder a esta pregunta: ¿Bético o sevillista?
LUIS - Facilísimo, bético hasta las trancas. Yo soy bético, mi hijo Luis es bético y lo llevo a gala. Hemos tenido el carnet del Betis durante 27 años. Pero desde que en el fútbol empezaron que lo mismo se juega un lunes que se juega un viernes o un domingo, pues decidimos dejarlo al no poder asistir a todos los partidos.
Pero tengo el honor de haber visto las cuatro finales que ha jugado el Real Betis Balompié de la Copa del Rey, perdimos una contra el Barcelona, pero las otras las hemos ganado y yo estuve presente en el campo.
¿Curro Romero o Morante?
LUIS - Son dos toreros maravillosos, dos verdaderos artistas, pero si me tengo que inclinar permítame que le diga que el maestro Curro es para mí una figura primordial y esencial. También he estado abonado durante más de 25 años en la Real Maestranza de Caballería y, al igual, he visto las tardes muy buenas que ha dado el maestro Curro y también algunas donde el ruedo se llenó de almohadillas porque alguno de los presentes no estaba de acuerdo con cómo lo había desarrollado.
¿Pertenece a alguna hermandad sevillana?
LUIS - Sí, a varias hermandades que llevo muy a gala. Una de ellas es la de Jesús del Gran Poder, con la que he procesionado en La Madrugá en muchas ocasiones haciendo estación de penitencia. Pertenezco también a la hermandad del Baratillo, del barrio del Arenal, con la cual también he procesionado en la tarde del Miércoles Santo.
Y, cómo no, a la Hermandad del Rocío de Dos Hermanas, donde también me siento muy integrado tras hacer el camino con ella en muchas ocasiones. En ésta he sido alcalde de carreta, la persona encargada de llevar el Simpecado en la carreta hasta la ermita, presentarse ante la Blanca Paloma y devolver la carreta con el Simpecado hasta nuestra casa matriz en Dos Hermanas.
¿Qué opinas que tú siendo una persona al pueblo que se hable de la España vaciada?
LUIS - Siento pena por Hornachos, una población que alcanzó los 10.000 habitantes y en estos momentos cuenta con poco más de 3.500. Me da mucha pena porque yo, que viajo por toda España, hice hace poco un recorriendo por el Románico en la provincia de Soria y es desolador ver esos pueblos abandonados, muchas de las casas con los techos ya caídos en un abandono absoluto. Siento pena, pero bueno, esto es lo que diferentes gobiernos nos han ido vendiendo durante años por decir que la vida había que hacerla en las ciudades y el abandono de los pueblos. Y parece ser que a los pueblos están volviendo aquella gente más bohemia y romántica que, a cierta edad, buscan la tranquilidad en el campo. Yo, que me siento muy de campo, compré una finca en un pueblo precioso de la provincia de Sevilla, donde tengo una casa a la que me retiro con mucha frecuencia.
Sabemos que llevas con orgullo el ser de Hornachos, ¿qué sentimiento tienes tú hacia el pueblo que te vio nacer y donde están tus «raíces»?
LUIS - Yo veo a mi pueblo cada vez más cuidado: la parroquia, la ermita de los Remedios, el pósito, toda la parte de arriba del pueblo, el castillo… Lo están arreglando todo.
Veo que las calles están cada vez mejor, más cuidadas las aceras, el pueblo está limpio.. Entiendo que Hornachos sea atractivo para mucha gente de fuera porque es realmente un pueblo enclavado en la ladera de una sierra y la sierra es una verdadera preciosidad. Creo y le auguro mucho por venir y mucho futuro turísticamente.
Nos despedimos de Luis dándole las gracias por todas las facilidades dadas, y encontrar un hueco para atendernos «a pesar las múltiples obligaciones.
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